Un saludo inicial...

¡Queridos camaradas y amigos...!!!


Poco menos que adolescentes, percepciones y paridad en la visión de la sociedad, y con el impulso de la vocación de servicio, cual conexión espiritual, nos llevó a las puertas de la Escuela de Gendarmería.


Allí nos conocimos, allí compartimos la alegría de la vida responsable, severa mas recta y capáz de edificar y cimentar la condición y la conducta, que a la postre nos constituiría en Oficiales de Gendarmería Nacional.

Cuando el ideal -que jovenes nos llevó a presentarnos- y la realidad (50 años vividos) se realizan, es porque un Ser Superior los entrelaza.


Este espacio será el ámbito donde podremos revivir en plenitud nuestra personalidad de Gendarme Argentino, donde podremos expresarnos y vivificar nuestra sangre, rememorando las vivencias que atesoramos en la memoria.


Este saludo es proposición y llamado y -es probable-que el sosiego, la serenidad que brindan los años vividos nos permitan poner a la vista reflexiones oficiosas y prácticas, o quizás de interés...



¡Marchamos a los 50 años...!!!



"RECORDAR ES EL ARTE NO SOLO DE RETENER LO GOZADO, SINO DE RECREARLO CADA VEZ MÁS PURO..."
(Hermann Hesse)

Sylvie Vartan - Si je chante...

Imágenes de la Promoción XXI - Gendarmería Nacional

Curupaytí

martes, 21 de agosto de 2012

¡NADIE SALE FRANCO...!!! por Martin Plomo


El paso del tiempo, inapelable, cuando han pasado los años y echamos la mirada atrás,  cual pase mágico, hace que los  escenarios se iluminen. Como en la aurora en que todo lo que nos rodea va cobrando vida, se va coloreando… El sol, aparece y abrillanta las imágenes mostrándolas con inigualable nitidéz y definción.

Las retratos, las figuras de la juventud brotan exuberantes para regodeo del alma permitiendo  reencontrarnos con nuestra propia historia personal, con ideales que anudan a todos quienes nos identificó la vocación de servicio y la camaradería, síntesis de amistad, afecto, lealtad…Y es causalmente lo que nos relaciona y le confiere a nuestras vivencias una singular originalidad. Y nosotros sabemos de qué se trata; nosotros sabemos el significado y trascendencia de los hechos, trances y peripecias que hay tras cada uno de ellos. Quién mejor que un Gendarme sabe que sus actos  son la expresión misma de la ley, de lo legal, de lo que debe ser. Desde aquel momento inolvidable, “bípedos” que vestíamos por primera vez el uniforme de fajina o de combate…



Eran las últimas semanas de cadetes, pronto seríamos oficiales de Gendarmería. Eran los últimos ejercicios de combate, en el campo de instrucción con los músculos tensados, con la mente ágil, diligente, eso sí siempre pensando en la “salida de franco”. Yo me preparaba para un cordero asado a la parrilla que toda la “manzana”, la “cuadra” preparaba para agasajar al futuro Oficial, precisamente novio de una chica del barrio. Todo estaba en su punto, el uniforme de salida con la chaquetilla de brin de hilo blanca, almidonada, prolijamente planchada, los zapatos con un brillo que los hacía resplandecer.

Al cabo de una intensa jornada de instrucción de combate, con el desarrollo de un ejercicio en el que poníamos a la vista y consideración de los instructores nuestra capacidad de mando, en situaciones de alto riesgo y de gran responsabilidad sobre el cuidado y conservación del equipo, del material, del armamento y de nuestra propia integridad física, la culminación de la jornada fue satisfactoria. El regreso a la Escuela de Gendarmería fue entusiasta y animada.  Yo pensaba únicamente en salir para ver a mi novia, participar del cordero asado y disfrutar del franco de fin de semana.

¡NADIE SALE FRANCO…!!!, una orden que estalló sobre nuestros oídos. La decepción cundió hasta en los espíritus mas fuertes y capaces de pasar semanas y semanas sin salir franco. Perplejo y sin conocer el motivo, el rumor corrió como un rayo…¡SE HABÍA PERDIDO UN FUSIL…!!! El mío, con el número asignado había sido entregado en la sala de armas sin novedad. Todos decían lo mismo…

Apenas terminado los “movimiento vivos…” que nos ayudarían a encontrar el fusil faltante salimos al campo nuevamente para hacer un “rastrillaje…” y así, con excursiones al campo de instrucción en forma permanente para buscar el fusil una y otra vez y sin salir franco en ese período…¡EL FUSIL NO APARECIÓ Y FUE DADO POR PERDIDO…” Alguien que lo halló en esos boques de Ezeiza se lo llevó de recuerdo, lo que se dice un souvenir…

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