PASO EN EL JUZGADO

Formosa tuvo un Juez que logró imprimir a la justicia la
modalidad muy democrática, de mantener abiertas las puertas
de su Despacho, a fin de que hasta los vecinos más humildes,
pudieran, sin ninguna traba, llegar hasta él a exponerle el
problema que a todos nos opone ocasionalmente la vida,
turbando la normalidad de nuestra existencia.

Para que no quedara duda alguna sobre la finalidad
perseguida, un letrero convenientemente colocado en la Mesa
de Entrada, advertía: "Los Señores Profesionales y los
litigantes, que deseen hablar con el Juez pueden pasar
directamente a su Despacho, sin anuncio previo".

Con esa facilidad que había para entrevistarlo, cierta vez se
le presenta un joven, que al parecer llegaba muy preocupado y
le dice:

Ex Casa de Gobierno del Territorio Nacional de Formosa

-Señor Juez: yo soy el que le "aujereó" de un tiro el  sombrero al doctor BIas Domínguez, en el concurso de tango que se disputó la última noche de Carnaval, en la pista del Cine
Saboya... y como según me informa mi abogado, se ha dispuesto mi detención, vengo a presentarme ...

-¡Caramba! -Exclama el Juez, visiblemente contrariado, tantos presos que tenemos hoy ... ¿Para usted, no sería lo mismo presentarse otro día?

-No tengo inconveniente, señor.

-Bueno, entonces, mire: véngase mañana, ¿eh? Y en seguida

lo vamos a remitir detenido a la jefatura; pero le ruego que no
se moleste por no haberlo podido mandar preso hoy mismo ...
Usted ve, el trabajo que hay.

y acompañándolo hasta la puerta, el juez lo despidió
cordialmente al reo, con un fuerte apretón de manos.

De otros tiempos...Historias de éste tenor - probablemente- conocieron los "viejos Gendarmes"...

Del libro "PILCOMAYO ABAJO", de José R. Bergallo, cuya primera edición data de hace aproximadamente 60 años.