José R. Bergallo, aquel abogado santafecino que arribó a Formosa en los años nacientes de la Gendarmería Nacional, pudo conocer profundamente la vida y costumbres de ese territorio. Juez Letrado, magistrado que atendía todos los fueros en esos años pioneros, dejó un libro "Pilcomayo Abajo" que apelando al lenguaje de marketing literario actual, fue un verdadero "best seller" regional.
"Pilcomayo Abajo" es un compendio de historias lugareñas, personajes con usos y costumbres que hoy no sería tarea fácil hallarlos, ni siquiera en la profundidad de los montes. Pero éste episodio con sintético relato nos muestra rasgos típicos de esos hombres y mujeres de allí, como el repentismo jocoso. No pocos pobladores del Territorio de Formosa,de entonces, estaban dotados de esas expresiones, tanto los que culturalmente estaban impregnados de sus ascendientes de origen guaraní, como los que habitaban el oeste de esa región, con otras costumbres y perfil.
"ENTRE AZUCENAS Y ALBAHACAS"
"En una de esas fiestas populares realizadas en Pozo del Tigre, Bandonor Carabajal se halló con la mujer Rafaela Saravia que había sido su amante en otros tempos.Y como el carbón que ha sido brasa, fácil se vuelve a encender, al comprobar Bandonor que la dama se encontraba aún muy apetitosa, sintió súbitos deseos de volver a reanudar aquellos viejos y felices amores...
Decidido a insinuarse, sacó a Rafaela a bailar un "Gato", y en el momento de largar la relación, tanteó el terreno con estos versitos:
" Entre azucenas y albahacas
¿qué tal anda "su cosiaca"? "
Ella, barajó en el aire la intención de la frase, pero como en ausencia de él había tomado nuevo marido, se vió obligada a desahuciarlo, respondiéndole:
"Entre albahacas y azucenas,
ya "mi cosiaca" es ajena..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Te responderemos a la brevedad.