Un saludo inicial...

¡Queridos camaradas y amigos...!!!


Poco menos que adolescentes, percepciones y paridad en la visión de la sociedad, y con el impulso de la vocación de servicio, cual conexión espiritual, nos llevó a las puertas de la Escuela de Gendarmería.


Allí nos conocimos, allí compartimos la alegría de la vida responsable, severa mas recta y capáz de edificar y cimentar la condición y la conducta, que a la postre nos constituiría en Oficiales de Gendarmería Nacional.

Cuando el ideal -que jovenes nos llevó a presentarnos- y la realidad (50 años vividos) se realizan, es porque un Ser Superior los entrelaza.


Este espacio será el ámbito donde podremos revivir en plenitud nuestra personalidad de Gendarme Argentino, donde podremos expresarnos y vivificar nuestra sangre, rememorando las vivencias que atesoramos en la memoria.


Este saludo es proposición y llamado y -es probable-que el sosiego, la serenidad que brindan los años vividos nos permitan poner a la vista reflexiones oficiosas y prácticas, o quizás de interés...



¡Marchamos a los 50 años...!!!



"RECORDAR ES EL ARTE NO SOLO DE RETENER LO GOZADO, SINO DE RECREARLO CADA VEZ MÁS PURO..."
(Hermann Hesse)

Sylvie Vartan - Si je chante...

Imágenes de la Promoción XXI - Gendarmería Nacional

Curupaytí

lunes, 2 de julio de 2012

"SILENCIO" - por Orlando Rigoberto Denegri



Orlando Rigoberto Denegri
"Hay un viejo tango-canción cuya letra se iniciaba con "...silencio en la noche..., ya todo está en calma..., el músculo duerme..., la
ambición descansa..." y como fondo de la melodía se escuchaba un clarín tocando silencio. Esta bella joven, con la apoyatura de una orquesta de lujo, también lo interpreta de una manera magistral y nos inunda de una emoción saludable, haciendo desbordar recuerdos ....., porque es el mismo toque que noche tras noche, a las 2130 hs, oíamos en nuestra querida Escuela, interpretado por vaya a saber que Suboficial de la Banda que estaba de Guardia, quien por el estereotipo de Gendarme, debía ser morocho, de bigote y aguerrido, toque que esperábamos con ansiedad, que sonaba sublime, porque indicaba que finalizaba la ardua jornada de estudio, instrucción y capacitación, donde eramos parte de un todo (el curso), el mundo real, para dar
lugar al mundo personal, íntimo, de introspección, del yo, si se quiere, el de la fantasía.
El toque de silencio indicaba el cese de actividades, el dejar de hacer, cerrar los cofres y a la cama....¡ Imaginaria..., apague la luz..!!..¡¡ Nadie más habla..!! Y el mundo de la penumbra inundaba la Cuadra...., una tenue lucecita azulada en la puerta de los baños era el vestigio que el día se había hecho noche. Entonces sí, uno era dueño de sus pensamientos... y  estos volaban lejanos, a ciudades del interior la mayoría, donde estaban nuestros padres, hermanos, amigos, quizás alguna novia esperanzada en recibir una romantica carta.
Ahí, y solo ahí, en la intimidad, eramos los autenticos seres, jóvenes en plena transformación, dejando de ser adolecentes para madurar rápidamente, donde nos reencontrábamos con los que queríamos y habíamos dejado lejos.... y seguro que más de una lágrima habrá mojado
nuestra almohada por un amor no correspondido, por una frustración, por una injusticia, por un excesivo rigorismo al cual no estábamos acostumbrado cuando ingresamos a esta nueva vida.....
 Hoy..., a casi 50 años,..., poder evocarlos, pienso que nos regresa a aquellos juveniles años.... y nada nos importa si esas, nuestras noches, eran alteradas por algún sevicio de imaginaria, o alguna tarea de orden interno pendiente o algún encuentro desagradable con algún cadete superior...., porque todo eso, no resta nada a aquel mundo fantasioso que llegaba con el silencio", ese mundo irreal donde solo tenía cabida yo, mis sentimientos, mis emociones, mis fantasías..., y la imaginación volaba traspasando las paredes, devorando distancias, para reencontrarse con el mundo de tu casa, tu "secundario", tus amigos y compañeros que recién los habías dejado, cuando cada uno decidió el camino a recorrer en busca de su futuro....., y nosotros, los de aquí adentro, habíamos elegido ser GENDARMES.....
Estoy seguro que a lo largo de la carrera, en alguno de los tantos destinos que nos tocó recorrer, habrá habido alguno en que esos toques se repetían, y si bien las circunstancias eran distintas, siempre esos recuerdos volvían con una nitidez entrañable.
Ah..., de ese mundo irreal, imaginario, emotivo y fantasioso, que el toque de "silencio" habilitaba, también otro toque, "diana", nos despertaba y nos traía al mundo real e indicaba que acababa la quietud y daba lugar a la plena actividad..., un nuevo día despuntaba y nuevas
exigencias nos llamaban a la formación que habíamos elegido y que hoy nos permite, como hombres de bien, enorgullecernos del camino elegido y transitado.
Maduros, canosos y con achaques, estoy seguro que cada vez que oímos esos toques que acompañaron nuestra formación, vibran nuestra fibras otoñales y se abrillantan los ojos porque algún recuerdo emotivo se 
escapó del arcón de los sentimientos......

Gracias Orlando por haber revivido  con tu pluma momentos que forman parte de recuerdos imperecederos, indelebles. Ellos están atesorados en el vasto mundo de los recuerdos...
El "Silencio" que interpreta la niña Melissa Vanema con la Orquesta de André Rieu, está en el encabezamiento de la página y podemos oirla y verla mientras leemos...

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