Un saludo inicial...

¡Queridos camaradas y amigos...!!!


Poco menos que adolescentes, percepciones y paridad en la visión de la sociedad, y con el impulso de la vocación de servicio, cual conexión espiritual, nos llevó a las puertas de la Escuela de Gendarmería.


Allí nos conocimos, allí compartimos la alegría de la vida responsable, severa mas recta y capáz de edificar y cimentar la condición y la conducta, que a la postre nos constituiría en Oficiales de Gendarmería Nacional.

Cuando el ideal -que jovenes nos llevó a presentarnos- y la realidad (50 años vividos) se realizan, es porque un Ser Superior los entrelaza.


Este espacio será el ámbito donde podremos revivir en plenitud nuestra personalidad de Gendarme Argentino, donde podremos expresarnos y vivificar nuestra sangre, rememorando las vivencias que atesoramos en la memoria.


Este saludo es proposición y llamado y -es probable-que el sosiego, la serenidad que brindan los años vividos nos permitan poner a la vista reflexiones oficiosas y prácticas, o quizás de interés...



¡Marchamos a los 50 años...!!!



"RECORDAR ES EL ARTE NO SOLO DE RETENER LO GOZADO, SINO DE RECREARLO CADA VEZ MÁS PURO..."
(Hermann Hesse)

Sylvie Vartan - Si je chante...

Imágenes de la Promoción XXI - Gendarmería Nacional

Curupaytí

miércoles, 18 de julio de 2012

Informe de Arturo Seelstrang - Fragmento - I Parte

Cacique Pucurú
Chacho
(Hacia 1900)

LOS PRIMEROS OCUPANTES
Inf
orme de A. Seelstrang, 1876.
Arturo Seelstrang, miembro de la Comisión
exploradora enviada al Chaco en 1876 para
determinar el lugar donde debian fundarse los
asentamientos que sirvieran para asegurar el
dominio sobre esta zona, describió así a los
h
abitantes del Chaco anteriores a la fundacn de
Resistencia.


Un pueblo nómade, cuyas tribus escondidas en los áspe-
ros montes de su país mudan silenciosamente de paradero,
apareciendo hoy en una parte como pacíficos mercaderes,
q
ue rodeados de sus familias vienen a trocar los productos
d
el territorio que ocupan por las codiciadas mercanas del
negociante blanco: mientras que al día siguiente reunidos
en grupos de armados guerreros traen la muerte y el saqueo
a los mismos amigos de ayer; es sumamente difícil describir
en la parte referente a sus costumbres. y mas todaa
evaluar la cantidad numérica de los individuos.

Pregúntese al cazador y naturalista cuanto trabajo le
cuesta el observar una cuadrilla de gamas o avestruces que
procuran siempre sustraerse a su vigilancia, aunque el
terreno que frecuentan en sus correrías tenga sólo dos o tres
leguas de ex tensión; pregúntese a toda la poblacn de una
aldea limítrofe con el desierto, que un tigre tenga sobre-
saltada por sus ataques nocturnos, cómo la tímida imagina-
ción de sus habitantes centuplica el número de sus enemi-
gos, y entonces se comprenderá la dificultad, por no decir
imposibilidad, de realizar con exactitud tal tarea; pues el
indio del Chaco es más andariego y receloso que la gama o
ñandú, y tan temido como los tigres, y por otra parte
abarca el terreno de sus hazañas un espacio como de 8.000
leguas superficiales; mientras la estimación que se hace de
su número se aumenta de una manera considerable por sus
frecuentes y repentinas depredaciones, que parecen por la
prontitud con que son ejecutadas tener lugar simultánea-
mente en distintas partes.

Personas competentes y conocedoras del territorio consi-
deran  
existir 80.000 almas en las distintas tribus que habi-
ta
n entre el Salado y él Bermejo; lo que daría por resultado
haber como 10.000 hombres de armas llevar y más o menos
1
0 individuos por legua cuadrada.

Este cálculo nos parece todavía algo exagerado, basan-
donas en la mínima cantidad de indígenas que la Comisión
ha
tenido ocasión de conocer durante seis meses de trabajo
en toda la extensión de la costa; sin embargo, nos aseguran
qu
e en las orillas del Bermejo, más arriba de la isla Ñacu-
rutú, es donde realmente pulula la indiada, y donde hay
ca
ciques que pueden reunir hasta mil lanzas.

En la costa no se encuentra tal abundancia, y hasta se
puede decir que los indios se han retirado de ella, alejados
s
in duda no sólo por la actitud firme y decidida de los jefes
de nuestras fronteras, sino también disgustados de los con-
tínuos engaños y pillerías que demasiados cristianos se per-
miten con ellos. Si ahora aparecen en las cercanías es para
traer la muerte a alguna corta familia de obrajeros, sorpren-
diendo a sus víctimas tan repentinamente, y ejecutando su
obra de destrucción con tanta rapidez que aquel que por
ventura logra salvarse de sus manos por medio de la fuga,
por cierto en sus relaciones triplica el número de los malhe-
chores, tanto por el pánico de que está poseído, como por
el amor propio que no le permite confesar haber sido 
corrido por pocos.


Esta primera parte de un fragmento del Informe Seelstrang, ordenado por el Presidente Avellaneda en la Expedición Exploradora al Chaco aporta elementos para mejor conocer el escenario donde actuó el Ejército Nacional, las Tropas de Línea..., la Gendarmería de Línea y finalmente una Fuerza sui géneris, que debía organizarse con ajuste a la legislación vigente y llevar la presencia y vigencia de la Ley a los territorios más alejados y casi despoblados.
En dos próximas entregas, se completará el fragmento del susodicho  Informe Seelstrang. 



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